martes, 2 de octubre de 2012

¡Quién me lo iba a decir! Yo, tan celosa de preservar mi intimidad, tan adicta a la privacidad... creo un blog. Todavía no tengo muy claro qué persigo con ello, pero considero "la red"como una herramienta indispensable en la vida cotidiana y, por lo tanto, siento la obligación y la necesidad de estar conectada así con el mundo y formar parte de su infinitud como una ínfima partícula.
  Desde luego, de una forma u otra, un blog es un escaparate; y si bien es verdad que en los escaparates exhibes sólo lo que quieres exponer a la vista de todos, también es cierto que los escaparates son espejos en los que se reflejan parte de la realidad... ¡y ahí estamos!.  De todos modo, nadie es tan reservado, o tan modesto, que no quiera proyectar y compartir sus ideas, sus aficiones, sus opiniones... ni nadie es tan abominable como para que sus faltas no sean comprendidas, ni nadie es tan original como para que su personalidad no sea similar a la de este o aquel.
 ¡Allá vamos pues! Con cierto recelo porque sé que habrán contradicciones, que la coherencia puede ser un día el valor más apreciado por mí,  y otro día puede aparecer destrozada y hecha añicos. Correré ese riesgo.  ¡¡¡Arriba el telón!!!

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