martes, 23 de octubre de 2012

ODA A "MOTA"



 "Mota" es una preciosa hembra de piel blanca salpicada estratégicamente de manchas negras, como salida de la paleta del pintor que embellece con su pincel toda realidad.

 Su estampa ofrece unas proporciones tan equilibradas que podría establecer el canon modélico para el artista, esculpida en el espacio, en un relieve tan perfecto que invita a aproximarte a ella y comprobar que su imagen es real y palpable.

  Su rostro es austero y bello, el hocico adelantado, los ojos delineados; a veces proyectan una mirada fija; vaga e indiferente, otras. También la boca parece perfilada como si de un toque de carmín de labios se tratara.

 "Mota" es dócil, más suave que el Platero de Juan Ramón y tan mimosa, que cuando se te acerca mendigando una caricia, te ofrece su contacto de tal manera que pretende fundirse contigo.

  "Mota" es elegante, tierna y ... silenciosa, muy silenciosa, pero sientes su compañía permanente, sin condiciones.

  Inolvidables los cafés tomados en la terraza, plácidamente, junto a ella echada a tus pies cual cálido escabel;  y cuando suenan las campanadas del reloj de San Francisco, levanta levemente una oreja, y luego la ceja, escudriñando el aire, recelosa ante ese sonido que, por otra parte, le es muy familiar, y vuelve a reposar, a dejarse acariciar por ese compartido sol de otoño, tan satisfecha, que su expresión languidece de puro gozo.

  "Mota" es ¡nuestro dálmata!


No hay comentarios:

Publicar un comentario