Conocía su punto "G". Sabía que inmediatamente reaccionaría. No fue así esta vez.
Suavemente siguió intentándolo, recorrió todos y cada uno de los rincones de su cuerpo; primero, con delicadeza... después, con una firmeza impertinente, ansiosa... ¡Nada!... No respondía a sus caricias.
¡Tendría que cambiarle la batería! ¡O hacer un "resset"!
No hay comentarios:
Publicar un comentario